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Discordia, eje rector
•Rencores del poder
Luis Velázquez
24 de diciembre de 2020
ESCALERAS: El presidente de la república ha desencantado. Luego de 18 años de líder social y popular, por aquí ganó el Palacio Nacional, y hasta decidió vivir en, igual que Benito Juárez, la profecía de Suetonio en “Los doce Césares” y de Gregorio Marañón en “Tiberio, historia de un resentimiento” se cumplió “al pie de la letra”.
Por la siguiente razón: “el preciso” llevó sus rencores y odios, y hasta, parece, venganzas, a la jefatura del Poder Ejecutivo Federal.
PASAMANOS: Las razones del desencanto son las siguientes.
Una. López Obrador es el presidente de la república, el tlatoani, el gurú, el tótem, el mero mero, el jefe de las finanzas públicas, el jefe de las corporaciones policiacas, el jefe de parte de los Poderes Legislativo y Judicial, el jefe de la diplomacia, el jefe nato de su partido, MORENA.
Simple y llanamente, y como intituló el historiador Enrique González Pedrero el par de tomos sobre Antonio López de Santa Anna, “el país de un solo hombre”.
Y por eso mismo, y como Estadista, el presidente está obligado a la concordia como eje central, vaso comunicante, brújula en su gobierno.
Y en el caso, todos los días, desde la mañanera, la discordia en contra de los disidentes, adversarios, enemigos, opositores y críticos.
CORREDORES: De entrada, nada gana. Incluso, a sí mismo se desmerece, pues más se gana mirando lejos que con la Magnum política y social en la mano.
Claro, nadie duda de que la política de la discordia es parte de una estrategia para conservar y ganar clientela electoral. Antes, 18 años en campaña. Ahora, 2 años desde el Palacio Nacional.
BALCONES: Dos. Desde el púlpito, la homilía de “Ama a tu prójimo”.
De hecho y derecho, el ejercicio religioso del poder. Hace más de dos mil años, un hombre, Jesús, anduvo en la tierra predicando el amor a los demás. Incluso, la ley de los diez mandamientos.
Y más de dos mil años después, pocos, excepcionales seres humanos aman a su prójimo “como a sí mismo”.
Por el contrario, nunca tan vigente la frase de que “el hombre es el lobo del hombre”.
Y por esa misa razón, nada se gana, menos, predicando el evangelio desde la mañanera, en tanto con la mano izquierda la perorata de la discordia.
Está bien que, en su intimidad, el presidente sea cristiano o católico. Pero Benito Juárez estableció el parteaguas, con todo y que permitiera el bautizo de sus tres hijas por la iglesia.
PASILLOS: Tres. El eje central de la 4T es la lucha feroz, constante y sonante en contra de la corrupción. México, en el primer lugar de la deshonestidad política debido al estilo personal de ejercer el poder de los antecesores, PRI, PAN y PRD en algunas gubernaturas.
Pero…, pero la fama pública es catastrófica. Por ejemplo, el hermano y la prima incómoda. Por ejemplo, las feroces cartas de los ex secretarios de Hacienda y Crédito Público y del Seguro Social cuando formalizaran sus renuncias. Y las revelaciones de los secretarios de Comunicaciones y Transportes y Medio Ambiente.
VENTANAS: Por eso, el desencanto presidencial. De ñapa, las tribus guindas inmolándose como los puros entre los puros en la hoguera pública. Los enviados de Dios. Ellos, honestos. Los antecesores, pillos, ladrones, corruptos, narcos, etcétera.
Lo profetizó José López Portillo, el Quetzalcóatl del siglo XX. Los políticos se volverán unos cínicos. El doble discurso de la moralina.
Y, claro, y como en el pasado inmediato, los pobres y los jodidos contentos por los programitas sociales y aclamando al jefe máximo en turno.