
En entrevista con Pedro Castro Velazco, quien lleva 28 años de bolero, lamentó que no hay el suficiente apoyo de las autoridades municipales y estatales.
Recordó que desde la reapertura parcial del parque Juárez, el 21 de octubre, apenas realizan entre cinco y seis boleadas al día.
“Afortunadamente tenemos salud y el espacio para poder trabajar, con las medidas necesarias, tenemos filtros sanitizantes en las entradas”.
Explicó que a toda persona que ingresa al parque tiene que ser con cubrebocas, incluidos ellos, además de que tienen que tomarse la temperatura y aplicarse gel antibacterial.
Añadió que en cada puesto del parque Juárez, deben de contar con las medidas de prevención al contagio, por lo que deben de tener gel antibacterial y aplicarlo al cliente por segunda vez.
Mencionó que los boleros han tenido que dobletear en otro trabajo para poder obtener ingresos, ya que de las actividades que realizan en el parque Juárez no sobreviven.
Castro Velasco expuso que durante los siete meses que estuvo cerrado el parque Juárez, les dieron permiso de trabajar con su cajón en los bajos del palacio municipal y del edificio “Nachita”.
“Otros se fueron a trabajar a otro lado, pero aparte de aquí, tenemos otros trabajos; yo de mesero, aunque no hay muchos eventos, pero si uno que otro en casas particulares por la fechas”.
Sin embargo, reconoció qué hay compañeros que solo viven de la boleada “y para ellos es más difícil”.
Añadió que si la crisis económica continúa para el próximo año, no tendrán de otra más que aguantar e “ir sobre la marcha, improvisando, estamos al día, hay que ir sobreviviendo y mientras tengamos salud, vamos bien”.